La no ficción latinoamericana en 2012




José Vadillo Vila.-

Cuatro títulos importantes nos legó 2012 en cuanto a la producción de libros periodísticos, de no ficción o crónicas, en Latinoamérica. Hablamos de Gabo, periodista (FNPI), Antología de crónica latinoamericana actual (Alfaguara), Los malditos (Universidad Diego Portales) y Sam no es mi tío (Alfaguara).

Debemos esperar unos meses para que el voluminoso Gabo, periodista, que reúne y analiza los principales textos periodísticos del Nobel de Literatura colombiano y que fue presentado en noviembre en México, en la Feria Internacional de Libro de Guadalajara, llegue al resto de países.

Por su parte, la Antología de crónica latinoamericana actual, antalogada por Daría Jaramillo, la misma que nos presenta las mejores y recientes plumas de nuestra región (incluidos seis peruanos), todavía está ausente en las librerías limeñas. Así que nos ocuparemos de los otros dos títulos.

A pedido de la Universidad Diego Portales de Chile, la periodista argentina Leila Guerriero convocó a 17 periodistas y escritores para que elaboren perfiles de igual número de escritores de once países de la región, que vivieron en los últimos cien años y tuvieron esa aura de impresentables, distintos, bohemios... rasgos que no premian las sociedades, pero también fueron escritores excepcionales. El resultado es el delicioso Los malditos.

El trabajo narrativo es su colofón. Debajo moran meses en que cada periodista reporteó, entrevistó, investigó. Subrayo los perfiles del uruguayo Gustavo Escanlar, de los argentinos Alejandra Pizarnik y Jorge Baron Biza, nuestro César Moro, el venezolano Rafael José Muñoz que estuvieron a cargo de Alberto Fuguet, Mariana Enriquez, Alan Pauls, Marco Avilés y Boris Muñoz, respectivamente. El perfil elaborado por Daniel Titinger sobre la escurridiza vida de Martín Adán sólo llegó, en nuestra opinión, a los lugares comunes.

Sam no es mi tío tiene otros méritos. El derrotero de sus 24 crónicas es la sorpresa, el tratar de abarcar al inabarcable gigante gringo. Es la mirada de los migrantes (excepto la de Jon Lee Anderson) que sobreviven con oficios impensados; y de los que llegan de paso.

En la mayoría de los textos no prima la investigación sino el artilugio narrativo y las vivencias de cada autor/personaje. Necesario sobre todo para quienes quieren migrar y creen que la visión de Hollywood y las cadenas de televisión enlatada son las únicas lecturas posibles sobre el reino del dólar.


(*) Publicado en el diario El Peruano el miércoles 02 de enero de 2013.

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