Un lugar apellidado quipu
El uso de los quipus llegó hasta el siglo XX en lugares como San Andrés de Tupicocha. Foto: Ministerio de Cultura. |
1. San Andrés de
Tupicocha debería de apellidarse de los Quipus. En este distrito de la
provincia limeña de Huarochirí, los quipus, esas cuerdas anudadas que desde antes de los incas se
utilizaban en los Andes como instrumento de medición, sirven hoy a los diez aillus de este pueblo como emblema
de su organización política.
Después de las fiestas para despedir el año viejo, los
tupicochanos de los 10 aillus o “parcialidades” participan de La Huayrona, una
antigua ceremonia anual para renovar las autoridades. El presidente de cada
parcialidad recibirá el quipucamayo o quipu, con el cual se le identificará.
De acuerdo con e l
antropólogo Frank Salomon, el último uso registral que se les dio en Tupicocha
sucedió hacia 1970. Margarito Romero recuerda el tiempo de sus abuelos: cuando
quienes querían sacar sus cuentas sobre los días de la semana, los tiempos de
lluvias y sequías, y todo, debían de aprender a “leer” los quipus.
En los quipus
marcaban lo que sucedía en los años de trabajo, en la agricultura y la
ganadería, las cosechas de maíz, oca, olluco, si fueron años buenos o malos, o
temas más individuales como la vida de una persona.
Lenin Rojas se saca
el tradicional sombrero marrón para hablar de los quipus. “Es un símbolo
sagrado para nosotros, que lo seguimos usando, aunque no lo sabemos leer como
los ancestros que ya se fueron. Pero sí los usamos, los queremos y los
respetamos, porque son nuestro emblema principal, son un tesoro”, dice.
Por eso, Basilio Antiporta, otro comunero, refiere que los
quipus o quipucamayos se llevan de una determinada forma: se ponen debajo del
brazo, como símbolo de la autoridad en cada aillu.
Nuevas autoridades de San Andrés de Tupicocha van a La Huayrona. Foto: Ministerio de Cultura del Perú. |
Por un lado, se toma
juramento a los “ingresantes” (yernos, esposos, por ejemplo), los que
voluntariamente se integran. Lo que da continuidad a las parcialidades por
algunas décadas más. Por ello, se brinda, se baila, se come, se lanzan
cohetones al cielo, se pasea el madero bendito lleno de flores –rojas,
amarillas–, y los sombreros también florean.
“Ser socio es un
compromiso tan serio y tan global como el matrimonio”, recuerda Salomon,
profesor emérito de la universidad de Wisconsin: “Cuando uno acepta, está
comprometido a 30 años de servicios, lo que incluye numerosas faenas comunales,
que pueden llegar a 60, pasar cargos, desde los chicos hasta presidente de los
aillus.
Y cada parcialidad elige también a su nuevo presidente,
tesorero, vocal y fiscal. Mientras el presidente saliente rinde las cuentas de
lo que pasó en su gestión, el más anciano de la parcialidad le da tres
latigazos. Se chaccha coca, pasan pisco, cigarros, chicha, se hace una “armada”
con ruda, romero, chamana y yerbaluisa, con la que se cubrirá al madero.
Antes de elegir a las nuevas autoridades comunales, habitantes de los aillus saludan al santo madero. Foto: Ministerio de Cultura. |
3. Al día siguiente, 3
de enero, día de La Huayrona. Todos los “socios”, autoridades y comuneros de
las 10 parcialidades llegan temprano al coliseo del pueblo, teniendo a la
Santísima Cruz como testigo.
Se saluda al gobernador, al “jefe de plaza”, a la junta
directiva y todos escuchan los informes que se dirán en esta asamblea comunal,
una ceremonia que se hunde en el tiempo y es la más importante de este poblado
de la sierra limeña. Y frente a cada presidente electo está un quipucamayoc,
que le será impuesto por los siguientes 365 días. Los quipus, aunque ya no se
sabe leerlos, están vigentes en la vida de los tupicochanos: siguen siendo
hojas de ruta sagradas.
¿Qué son los quipus?
más de una generación, calcula el especialista.
Nudos con historia
De acuerdo a la antropóloga Carmen Arellano Hoffman:
Se desconoce el origen del quipu.
La voz quechua quipu significa “nudo” en castellano.
Se confeccionaban de lana de camélido o fibra de algodón, o
de ambas materias primas.
Algunos pueden combinar colores.
Los estudiosos los dividen en incas, waris y etnográficos.
Se utilizaron como medio de registro hasta el siglo XIX y su
uso pervivió en las comunidades de pastores hasta el siglo pasado.
Según Lelan Locke, hay tres tipos de nudos: simples, largos
y en forma de ocho.
Por su posición y forma, los nudos del nivel más alto
representan millares
y cantidades mayores.
Los quipus contables son aquellos que guardan información
numérica y se utilizaban en la administración inca para censos de población,
registro de productos y tributos.
Otros quipus servían para conservar datos históricos,
legales y cronológicos.
En el siglo XIX, el peruanista Max Uhle inició estudios
sobre los quipus.