Todo Alzedo
Escribe: José Vadillo Vila
Hay síntomas y coincidencias que forman el corpus de la
historia. Durante la misa y tedeum de las Fiestas Patrias del año pasado, el
Coro Nacional cantó en la Catedral de Lima una obra breve de José Bernardo
Alzedo. También en ese 2012, en la catedral de Santiago de Chile se ofreció un
concierto con piezas del compositor limeño.
“Fuimos coincidiendo con investigadores chilenos en la
recuperación, en la investigación”, cuenta el maestro Armando Sánchez Málaga,
uno de los artífices, desde hace muchos años, para que el legado del músico no
se pierda en las sorderas del olvido.
Musicólogo norteamericano Robert Stevenson resaltó que el Perú “puede ufanarse de que su Himno Nacional fue escrito por un natural del país”, a diferencia de EE UU, Argentina, Chile, México, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Colombia.
Recuperación
Conocedor de su preocupación e investigaciones, en 2012 el
Ministerio de Cultura lo llamó para iniciar el proyecto de recuperación del
patrimonio musical total de Alzedo (partituras, libros y composiciones), que se
guardaba tanto en el Perú como en Chile, y atesorarlo en los archivos de la Biblioteca
Nacional del Perú (BNP).
Sánchez Málaga ya tenía contacto con los musicólogos e
historiadores chilenos Víctor Rondón, de la Universidad de Chile, y José Manuel
Izquierdo, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quienes desde 2007
investigaban sobre la figura del músico peruano, vital par ambos pueblos.
Cuenta el Ministerio de Cultura que el año pasado el doctor
Rondón llegó a Lima para evaluar y comparar los materiales conservados en la
BNP con aquellos que Izquierdo y él habían obtenido en la catedral de Santiago
de Chile y otros centros religiosos chilenos, como el Seminario Pontificio
Mayor de Los Santos Ángeles Custodios y la Biblioteca Patrimonial del Convento
de la Recoleta Dominica.
Por último, el viernes 26 de julio, en la BNP de San Borja
se realizó el intercambio de las copias de las partituras digitalizadas de toda
la obra de José Bernardo Alzedo Retuerto, tanto las recopiladas en Chile como
las que están depositadas en nuestra biblioteca.
Mulato de dos mundos
“Estamos descubriendo a uno de nuestros grandes valores,
además de Padre de la Patria, pero prácticamente un desconocido, con una obra
casi inédita. Alzedo fue un músico mulato peruano del siglo XIX muy importante
también en Chile”, recuerda el director de la BNP, Ramón Mujica Pinilla.
“Alzedo, al igual que el pintor José Gil de Castro, otro
mulato importante para esa época del país, tiene un pie en el Virreinato y otro
en la República. Son personas que durante sus vidas pasan por la transición
entre dos períodos fundamentales para nuestra historia: de uno de los reinos de
España a una república secular independiente”, dice Mujica.
La bóveda BNP ha digitalizado más de 4,311 imágenes sobre la
obra de José Bernardo Alzedo, a las que se sumará lo aportado por los
estudiosos del país sureño.
El proyecto de revalorización de Alzedo incluye la
realización de grandes conciertos en Santiago y Lima para promover la vasta
obra musical inédita del músico limeño, considerado por los musicólogos como el
mejor compositor de Latinoamérica del siglo XIX. Y la edición progresiva de
discos y partituras para darlo a conocer.
“El Perú ha gozado de ese privilegio: ha tenido a los
compositores más importantes del siglo XVIII (el compositor huachano José de
Oregón y Aparicio) y XIX (Alzedo) del continente, reconocidos por los
musicólogos no solo peruanos sino chilenos o norteamericanos, como Robert
Stevenson, entre muchos otros”, dice Sánchez Málaga.
Para Mujica, empezamos a hablar de Alzedo en “un momento
clave tanto para el Perú como para Chile”, cuando se necesita “utilizar
nuestros puntos en común para fortalecer las relaciones entre dos repúblicas
hermanas. Y no hay nada como la música”.
Otros legados
Armando Sánchez Málaga cuenta que el proyecto de Alzedo es
“un primer paso”. También con los investigadores chilenos se ha lanzado a la
recuperación de las partituras del compositor arequipeño Pedro Jiménez Abril
(1780-1856). Gran parte de su legado –sinfonías, conciertos, cuartetos,
quintetos– se encuentra en Sucre, Bolivia, a donde Tirado llegó junto con el
general Santa Cruz para ser el maestro de capilla de la Catedral de Sucre. Un
músico muy importante al que el propio Alzedo definía como “estupendo
compositor”.
“Aparentemente se pensaba que teníamos un vacío musical
entre la época clásica y la romántica, pero está el legado de Pedro Abril
Tirado. Estamos investigando porque también queremos hacer lo mismo que con
Alzedo: tener toda su obra y difundirla”, agrega Sánchez Málaga.
Biografía resumida
Nació en Lima el 20 de agosto de 1780. Desde niño fue
formado por el musicólogo agustiniano fray Cipriano Aguilar y el dominico
Pascual Nieves. A los 18 años compuso su ‘Misa en Re Mayor.’ Luego creó obras
religiosas, piezas populares y otras de carácter patrio. En 1821 musicalizó la
Canción Nacional del Perú, al año siguiente dejó su puesto como maestro de
convento y se enroló en la campaña del Ejército Libertador. Viajó a Santiago de
Chile, donde fue nombrado músico mayor del Ejército, cargo en el que estuvo 5
años, enseñó en centros educativos, fue maestro en conventos y bandas
militares; volvió a Lima por un breve período y regresó a Santiago por otros 12
años.Tras una segunda
temporada en Lima, recibió el cargo de maestro de capilla de la Catedral de
Santiago de Chile. Por último, en 1864 fue nombrado director general de las
bandas del Ejército del Perú y director del Conservatorio de Música. Falleció
en 1878.
Desde el 28 de julio
de 1929 sus restos reposan en el Panteón de los Próceres al lado de don José de
la Torre Ugarte.
Datos
Alzedo escribió misas, motetes, piezas litúrgicas y
canciones populares.
Entre sus piezas patrióticas destacan la canzoneta ‘La
chicha’, en honor a la llegada del general José de San Martín a Lima; ‘La
despedida de las chilenas al Ejército Libertador del Perú’, ‘El Dos de Mayo’,
‘Canción a la Batalla de Ayacucho’ ‘Himno inaugural al general San Román’.
En Chile compuso obras religiosas como ‘La pasión según San
Mateo’, ‘La pasión según San Juan’, ‘Benedictus et Venerabilis’, ‘Christus
Factus Est’ y ‘Gloria Laus’.
Su libro Filosofía elemental de la música (1869) es
considerado un ejemplo de erudición
y pedagogía musical.
1821 Año en que su composición ganó como la música de
nuestro Himno Nacional, con letra de José de la Torre Ugarte. El jurado estuvo
presidido por José de San Martín.
40 años vivió Alzedo en Chile.
2 versiones corales oficiales y una versión orquestal de
1936 tiene el himno nacional.