Héroe revisitado
La iconografía de los héroes se va renovando con el tiempo.
En el Día de la Bandera resaltan óleo basado en fotografías de 1864. El retrato
del héroe de la Guerra del Pacífico enriquece la imagen del coronel Francisco
Bolognesi, cuando le encomendaban misiones militares en el Viejo Mundo. (*)
Escribe: José Vadillo Vila
Es 1864 y el militar
de 48 años de edad se llama Francisco Bolognesi Cervantes. De padre
genovés y madre arequipeña, faltan aún 15 años para que se inmortalice con la
frase: "Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el
último cartucho", que la historia reproducirá y se recuerda en especial
hoy, 7 de junio, Día de la Bandera.
El nuevo retrato de cuerpo entero del héroe de Arica domina
la sala Bolognesi del Comando Conjunto del Ejército, donde se realizan las
ceremonias para condecorar a oficiales. En las demás paredes hay retratos y
fotografías de los que estuvieron al mando del Comando Conjunto de las Fuerzas
Armadas desde tiempos de José La Mar.
Aporte al ícono
Donado por el Instituto Cultura y Política al Ministerio de
Defensa, el óleo fue elaborado durante los tres meses del verano por el pintor
Bill Caro. Para los especialistas, "complementa la iconografía de
Francisco Bolognesi con una visión más humana y cotidiana. No pretende ser una
alegoría de su heroísmo sino la expresión de un hombre comprometido con su
tiempo".
Así, la pintura de Caro se suma al óleo inmortal que hizo
Daniel Hernández; a la escultura de Agustín Querol cuando Bolognesi alcanza la
inmortalidad desde Arica; al cuadro de Juan Lepiani, que muestra al héroe de
Arica pronunciando su inmortal frase ante el emisario chileno. Justamente, el
historiador Antonio Zapata señaló que Bolognesi, con su entereza durante la
Guerra del Pacífico, fue uno de los creadores del carácter nacional peruano.
Para su trabajo, Bill Caro se basó en fotografías casi
desconocidas del héroe, tomadas en el estudio que tenía en Lima el francés
Emilio Garreaud, a inicios de la década de 1860. Y recibió asesoría del
Ejército. El artista ha puesto en una mesa el sombrero del militar y planos de
la artillería que trajo Bolognesi de Europa, así como la espada del militar.
Todo ello está en el Museo Histórico Militar de los Combatientes del Morro de
Arica, que funciona en el número 125 del jirón Cailloma, donde nació el héroe y
mora su memoria.
Bolognesi y los suyos probaron que ni los ejércitos ni los hombres deben fijarse exclusivamente en la utilidad inmediata o en las consecuencias visibles de sus grandes decisiones. El que muere, si muere donde debe, vence y sirve
Capítulo de la historia
Como recuerda Jorge Basadre en el tomo VI de su monumental
Historia de la República del Perú, en marzo de 1860 Bolognesi es enviado por su
amigo el presidente Ramón Castilla a comprar armamento a Europa. "Retornó
en febrero de 1862, con cincuenta y cuatro cañones, la primera artillería
rayada que tuvo el Perú".
"En el Viejo Mundo, Bolognesi estudió las innovaciones
en la artillería, adquirió reglamentos y manuales que enriquecieron la
Biblioteca del Cuartel de Artillería de Santa Catalina" (saqueada luego,
durante los años de la ocupación de Lima), precisan por su parte los
historiadores del Ejército.
Volvió a Europa en 1864, enviado por el presidente Juan
Antonio Pezet con el fin de comprar armamento para la infantería, caballería y
artillería. Y Bolognesi "consigue los cañones de grueso calibre para la
defensa del Callao" (2 de mayo de 1866), dice Basadre.
Además, tuvo el cargo de comandante general de Artillería
desde 1862 hasta el 30 de octubre de 1871, "fecha en que se retiró del
Ejército, a los 55 años de edad". Cuando estalló la Guerra con Chile,
ofreció sus servicios para volver y estuvo en el comando de la 3ª división, en
San Francisco y Tarapacá, donde también sirvieron los cañones Blakely que
compró en Europa. Luego estuvo al frente del Ejército en Arica, donde alcanzó
la gloria.
(*) Publicado el viernes 07 de junio de 2013 en el diario oficial El Peruano.