Johansen: un ecléctico con guitarra

El argentino Kevin Johansen con tu banda The Nada y el ilustrador Liniers, se presentaron en Lima el 08 de octubre, como parte de su tour 2011. Aquí la versión completa de la entrevista que nos ofreció para Variedades. (Publicado el 26 de setiembre de 2011 en el semanario Variedades del diario El Peruano).

Escribe: José Vadillo Vila

Liniers y Kevin.


El músico que hace de la latinoamericaneidad una filosofía (Sur o no Sur, se llama su álbum de solista más famoso); al que comparan por la agudeza de su humor con el gringo Frank Zappa, aunque menos eléctrico y más melódico; que canturreando aquello que “la procesión va por dentro”, se ganó tres nominaciones a los Grammys Latinos, me dice, desde el otro lado del teléfono, allá, desde Buenos Aires, que desde hace cuatro años prepara su álbum doble, mitad eléctrico, mitad folclórico. Así es Kevin Johansen, nacido en Alaska pero identificado con la tierra de su madre, la Argentina, y con el sentido de las Américas, de paso. Ahora vuelve al Perú, nuevamente de la mano de su compatriota, el caricaturista Ricardo Liniers, el padre de las historietas Macanudo. La diversión, dicen, está garantizada para el respetable. En teoría serán dos horas y media de espectáculo, pero si el público lo pide, pueden extenderse a cinco. Habrá que pedírselo ya en Lima. 

¿Tiene algún significado especial el Perú para Kevin Johansen?
-Fue el primer país fuera de la Argentina donde toqué. Obviamente tiene una resonancia especial pues uno tiene el recuerdo de ser un joven principiante y sentir que había gente que cantaba, se emocionaba o identificaba con tus canciones, fue un favor para mí  eso de sentirse interpretado.

Se refiere a sus años con Instrucción Cívica…
-Claro, hace exactamente hace 24 años.

¿Y la gente le sigue preguntando por ese grupo?
-Sí, siempre hay alguno que otro freak que pregunta, ja, ja. 

Ahora como solita retorna a Lima por tercera vez, y de la mano con el dibujante Liniers. ¿Es un espectáculo que ya ganó su espacio?
-Lo tenemos desde el devedé Vivo en Buenos Aires (Sony Music, 2010), con toda la banda The Nada. Afortunadamente es la primera vez que llegamos con todo el combo a Lima el 08 de octubre. Porque he estado en Lima con Liniers, los dos solos, él con sus pinceles y yo con mi guitarra; luego vine con los The Nada, pero nunca estuvimos todos juntos, los nueve en escena. Así que será todo el espíritu del Vivo en Buenos Aires, pero hecho Vivo en Lima. 

¿Con Liniers han comentado sobre el impacto sobre esta nueva forma de hacer espectáculos?
-Creo que simplemente es una forma muy dinámica de presentar un recital con un dibujante que va interpretando un poco las canciones en simultáneo con cosas muy simples. Él está en su mesa de dibujo y yo a su lado, con mi guitarra. Ambos tenemos micrófonos, hacemos comentarios y metemos los temas más conocidos, quizás, y la gente sí disfruta mucho del diálogo que hay. Es una especie de Serrat-Sabina, pero aquí uno es cantante y el otro dibujante.

¿Siente que el formato clásico de espectáculo, de músico-público, se ha vuelto muy rutinario y por eso buscó este nuevo formato?
-No, necesariamente. Por lo menos no lo siento así. Depende mucho del material, de la imaginación del artista. En mi caso, creo que las canciones se defienden muy bien solitas pero el trabajar con un amigo que está en otra disciplina, obviamente enriquece el espectáculo. Siempre digo que la música es invisible e intangible. Entonces es lógico que pueda haber algo visual complementario. Y esto es muy rico porque Ricardo es un dibujante que se sabe muy bien el material y además tenemos una afinidad artística muy fuerte: cada uno en su disciplina, pero nos identificamos mucho en ciertas cosas.

¿Y Kevin Johansen dibuja?
-No, yo esbozo (y carcajea). Ahora, en el espectáculo hay un momento de intercambio en el que él toca y yo dibujo, y ahí vemos que ambos somos mejor haciendo lo nuestro.

Sus seguidores están esperando desde Logo (2007), la salida de nuevas canciones, inéditas. ¿Está trabajando en ello?
-Muchísimo. Tengo un álbum folclórico que se está terminando en los estudios de León Gieco, y otro más eléctrico terminándose con Tweety González (productor de Gustavo Cerati, del grupo Libido), bueno, la idea es seguramente terminar en octubre o noviembre, para que salga a principios del próximo año. Posiblemente sea un álbum doble que se llame VIP.  

¿Habrá algunos dúos con León Gieco?
-León siempre está invitado, es una especie de cábala (para sus discos). Ojalá que pueda estar, sería muy lindo.

¿Y con Liniers han pensado en hacer un nuevo devedé?
-Sería lindo hacer otro devedé con un formato más dinámico. Porque en el devedé Vivo en Buenos Aires él está haciendo un mural y está como que de espaldas. Y tiene una participación más pasiva. Ahora es mucho más activa su participación. Ahora él tiene una cámara cenital sobre su escritorio, y un micrófono, el espectáculo ha evolucionado muy bonito y sí me gustaría tenir un registro, estoy pensando en cómo.

¿Qué estilo musical es el que siempre escucha?
-Ah, puedo escuchar de todo. Siempre digo que los oídos orificios que no se pueden cerrar, uno también está expuesto al aire, a lo que suena, y por su puesto también pongo discos de Los Beatles, de Caetano Veloso, Roy Orbison, de música andina, de los clásicos… siempre están a la mano.

En su trabajo de solista, hay una gran huella de la música popular latinoamericana. ¿Hay mucho espacio para estos estilos en el universo del pop?
-Es un término muy amplio, igual que la cumbia, el pop o el reggaeton. Está toda más entrelazada que antes y sin embargo, cada género tiene su identidad muy definida y también fascinante, para alguien como yo que soy un de-generado en cuanto a los géneros musicales. Pero tiene que ver mi fascinación por todos los estilos y el querer aprender. El aprendizaje de distintos estilos de las Américas es interminable y me considero un alumno permanente.

¿Algún formato musical que le gustaría explorar en el futuro? ¿Lo sinfónico, tal vez?
-El que se viene. Por ahí van a ver un Kevin más eléctrico y, a su vez, uno más folclórico, si se quiere. Esos formatos son los que vamos a interpretar más extremadamente, probablemente.  

Una pregunta freak para terminar, ¿se reúne con los exintegrantes de Instrucción Cívica?
-De tanto me cruzo con algunos. Soy muy amigo de Julián Benjamín, hace poco me crucé con el primer bateristas, Fernando Samalea, y Alejandro Terán, que acaba de grabar unas cuerdas conmigo en el disco con Tweety González. Todos seguimos conectados.

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