El cementerio de las ballenas




JOSÉ VADILLO VILA
vadilllovila@gmail.com
Fotos: Jack Ramón

A tres kilómetros del pueblo de Ocucaje, al sur de Ica, la quebrada Chacaltana y el sitio conocido como Cerro Blanco Este tienen la geografía de Tatooine, el cinematográfico y desértico planeta de La Guerra de las Galaxias.

Son paisajes donde la arena se mezcla con ceniza volcánica y una gran cantidad de piedras diatomita. El ingeniero César Chacaltana explica que estas características del sedimento permitieron la formación de un "cementerio de ballenas", una especie de santuario lleno de fósiles con antigüedades calculadas entre 60 millones y 3 millones de años. Chacaltana, especialista del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), detalla que cuando se habla de fósiles de ballenas se menciona sobre todo a Pakistán y otras zonas del sur de Asia, "pero en Ica también tenemos evidencia de estos animales que habitaron durante el plioceno inferior".

PATRIMONIO INVALORABLE
Aquí en Ocucaje, distrito a 30 kilómetros al sur de la ciudad de Ica, se encontraron –entre especímenes fosilizados– los restos de diversos cetáceos misticetos, como una ballena de barbas que se mantiene en perfectas condiciones. Existen, incluso, rastros óseos de ballenas con dientes de hace 50 millones de años.

El Ingemmet afirma que en esta área estamos ante macrofósiles que hablan de la presencia de antiquísimos restos de palmeras, corales, conchas de caracol, aves, tortugas marinas, delfines, focas y tiburones, entre otros, además de millones de microfósiles que forman las blancuzcas piedras de diatomitas.

También hay evidencia fósil del más grande depredador de todos los tiempos: el Livyatan Melvillei, que apareció en la Tierra hace 12 millones de años. Se trata de un cachalote de 20 metros de largo y dientes de 36 centímetros, el doble del largo que alcanzaron las piezas dentarias del famoso Tiranosaurio Rex.

"Tenemos el orgullo de contar con el animal que dio la mordedura más grande en todo el planeta", recuerda Chacaltana. Hoy, la mandíbula de la "ballena asesina" se exhibe, desde al año pasado, en el Museo de Historia Natural, en Lima.


PLAN PILOTO
En los ranchos y casas de adobe de Ocucaje, un distrito pobre de 5,000 habitantes, todavía se notan las cicatrices de la devastación del terremoto de 2007. A la par, se avanzan algunas obras, entre ellas la construcción de la plaza del pueblo, donde –según el alcalde, Pablo Alvites– en tres meses habrá reproducciones en fibra de vidrio del Livyatan, el pingüino gigante y la "ballena pigmea". Esta última vivió aquí hace 3.6 millones de años.

El año pasado, las revistas científicas Nature y Science dieron a conocer al mundo algunos de los hallazgos paleontológicos peruanos. Los fósiles del pingüino gigante o icadyptes salasi, de un metro y medio de altura, un espécimen que vivió hace 42 millones de años, desbarataron la creencia de que los pingüinos siempre fueron de pelaje blanco y negro, por ejemplo.

En sus recientes trabajos, los tres brigadistas del Ingemmet, que trabajan en la zona desde 2008, encontraron una mandíbula de una "ballena pigmea". El fósil todavía permanece en su roca viva y será removido para estudiarse y exponerse en el Centro de Investigación Paleontológica de Ocucaje, una iniciativa del municipio que tiene apoyo de Ingemmet y que se debe cristalizar en los próximos meses.
Lo primero que harán será un plan piloto. Los escolares irán al desierto, conocerán los fósiles in situ y les echarán el "consolidante" para evitar que la erosión deteriore más la riqueza paleontológica de esta zona, escondida entre los cañones y desiertos de Ocucaje. 

"Hablamos hoy de cambio climático, pero los microfósiles hallados aquí, en las rocas, son evidencia de los cambios de clima sufridos hace millones de años –precisa Chacaltana–. ¿Cómo interpretar el actual cambio climático si no sabemos cómo fue en el pasado?".

GEOPARQUE NATURAL EN ICA
La municipalidad de Ocucaje elaborará, junto al Ingemmet y la Dirección Regional de Cultura de Ica, un proyecto para la creación del primer geoparque natural del país. Se espera que el próximo año el Congreso de la República lo apruebe.

El alcalde Pablo Alvites explica que el proyecto comprende un área de 50 kilómetros cuadrados y permitirá apreciar fósiles y capas estratigráficas no solo al turista común sino al turista científico. De paso, se podrá disfrutar de las hermosas playas de la jurisdicción.

Además, el Centro de Investigaciones Paleontológicas de Ocucaje será implementado por el Ingemmet a partir de agosto. Funcionará en el actual local municipal, una vez que los servidores edilicios se muden al nuevo edificio del gobierno local, en las próximas semanas.

La ingeniera Susana Vilca, presidenta del Ingemmet, explicó que su institución colaborará en ambos proyectos en "los estudios de la parte geológica". El tema presupuestal del geoparque dependerá de lo que decida en su momento el Poder Legislativo.

(*) Publicado el lunes 09 de julio de 2012

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