Confesiones de una warmi


La artista ha reivindicado el
quechua y a la mujer
andina. Es el camino
que está trazando
a través de sus
películas y ahora en
la música.


ESCRIBE: JOSÉ VADILLO VILA
FOTOS: PIERO VARGAS
(Publicado en el semanario Variedades, del diario El Peruano, el lunes 08 de junio de 2009)


1. Esta warmi (mujer, en quechua) tiene muchas
cosas qué contar; debajo de su mirada que
centellea; tras su voz dulce y su risa fácil de 22
años, Magaly Solier habla a nombre de todas las mujeres
del Ande y quiere que se la escuche.
–Cuando llegué a Lima hace cuatro años de Ayacucho,
no encontré interés por el quechua. Así que me dije
¿por qué no debería yo hablar ni cantar en quechua si eso
es lo que quiero hacer? -comenta.
Ella acaba de volver, hace unas semanas, de Cannes,
Francia, en cuyo festival del cine presentó su tercer
largometraje, Altiplano, dirigido por Peter Brosens y Jessica
Woodworthdonde. La fi cción es a la vez denuncia sobre
la prepotencia de una compañía minera en un pueblo
andino a 5,000 metros de altura.
Volvió a Lima entusiasta para presentar su disco
debut, Warmi, donde materializaba el sueño que más ha
acariciado desde niña: ser cantante. Ya en abril había realizado
una temporada exitosa en un local mirafl orino con
canciones del CD.
Solier inclusive ha suspendido muchas de sus presentaciones
en diversos festivales internacionales de cine
para promocionarlo mejor. "Quiero meterme a fondo en
la música, no para que se venda el CD sino para que lo
escuchen muchas mujeres y ojalá les enseñe algo", me
cuenta.
Pero su deseo de que se hable de Warmi quedó
opacado cuando una turbulencia gratuita la sacudió: dos
conductores de un programa de cable dijeron que había
ido al festival de cine de Cannes a vender "chompas y
chuños". Entonces el comentario rebotó en las primeras
planas, la TV, y el sempiterno tema del racismo en un país
de mestizos, volvió.
Magaly no quiso levantar más polvo y respondió risueña
que todo le parecía una broma, que no tenía mala
espina. A Marco Aurelio Denegri, quien criticó su forma
de cantar en la película La teta asustada, le invitó a que
la escuche en su próximo recital, recordándole que quien
canta en la cinta es su personaje, no ella.
2. La tormenta mediática ha pasado. Entonces nos
reunimos una mañana mirafl orina y fría para hablar
de Warmi (Phantom Records, 2009). Queda
entre paréntesis sus triunfos como actriz; su comentado
debut de actriz novata en Madeinusa; su laureada performance
como "Fausta" en La teta asustada, premiada en
la Berlinale 2009.
Magaly cuenta que cuando le dieron los originales de
la folletería del CD, que ella escribió en quechua ("creo
que lo hablo mejor que el castellano") y que están traducidos
al inglés y al castellano, no quedé contenta, "sentí que
no se escribía como se pronuncia y nuevamente cambié
todo". Toda la rica historia de vida de Magaly también está
en el libro que reúne los conversatorios del ciclo Lo Cholo
En El Perú. "Creo que está bien sacar la cara por el Perú,
que quede en la historia para que no se olvide, porque lo
escrito ya no se borra".
Ella en su día a día trata de aportar. En la calle la
detienen para saludarla y agradecerle por reivindicar el
idioma de los incas en entrevistas, en sus películas, en su
canto, Magaly se puede quedar platicando en quechua
con la gente. Es el idioma que aprendió de su abuelita
materna en su natal Huanta, sus padres, en cambio, sólo
hablaban el quechua con las visitas, el resto del tiempo
hablaban castellano. Luego Magaly toma el celular y habla
con sus amistades en quechua, sin roche.

3. Magaly nunca quiso hacer un álbum tradicional.
Trabajar en el cine la ayudó mucho para crear
este universo novedoso. "Quería hacer algo
distinto, que realmente capte la atención de la gente",
cuenta. Veía en los ensayos a Claudia Llosa tomar notas
sólo con breves palabras y ella se dijo ¿porqué no hago
lo mismo con mis canciones, porqué no trato de unir cada
uno de mis personajes?
Warmi se abre con el melancólico "Citaray": "Maribel"
canta las estrofas preguntando por esta mujer que perdió
su hijo, y "Citaray" responde el diálogo quechua, como si
se tratase de una tragedia griega con un solo actor.
-Lo que intento decir con mis canciones es lo mismo
que con las películas, busco tocar temas muy importantes,
muy difíciles de hablar, como la violación en la familia
(Madeinusa) o cómo una mujer busca el camino para
sobresalir (La teta asustada)... Temas bien fuertes, pero
la música hace que sea tan sutil, que no sea tan duro
porque la gente no está acostumbrada a que se le diga
de frente las cosas".
Sí, es un álbum conceptual, raro para el día a día de
la música andina. A través de las nueve canciones desfi
lan cinco personajes femeninos y Magaly es sólo una
especie de médium a través de la cual hablan todas ellas
en quechua, la lengua de los incas.
–En el CD hay personajes femeninos porque yo
como mujer puedo entender por lo que luchan, por lo que
quieren –comenta.
4. A Magaly le gustaría presentar el álbum en
Huanta, Ayacucho. Mientras, su equipo de producción
alista entrevistas por radios de conos de
Lima y en provincias, para luego empezar los conciertos
por todo el país.
Porque es el sueño que está haciendo realidad esta
mujer joven que de niña siempre escuchaba todo la música
de la radio, desde Los Prisioneros, hasta los "huainos
antiguos", de Martina Portocarrero, Amanda Portales,
Príncipe Acollino o las orquestas del Centro. Pero que
también sabe deleitarse hoy con Yma Súmac, Judas
Priest o Björk.
Es la misma chica a quien no le gustaba el carnaval
porque cada febrero terminaba con los ojos llenos de talco,
o le tiraban a la ropa caña y tuna, como es la costumbre
ayacuchana.
La joven que prefi ere quedarse sola en casa escribiendo
canciones, todavía no sabe dónde vivirá en el futuro,
si en Lima o en Ayacucho. "Quiero que se expanda
bien Warmi, que no se quede en un círculo nada más,
luego pensaré en sacar otro disco". En quechua, claro.

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