Ojos profundos
La exposición de los premios World Press
Photo 2018, presentan las mejores imágenes tomadas el año anterior por
reporteros gráficos de todo el mundo. La muestra llega a Lima gracias a la embajada
de Holanda y el Centro de la Imagen.
Fotografiar es esencialmente un acto de no intervención.
Susan Sontag
1.
Un bonzo enmascarado corre por una calle
de Altamira, en Caracas, y perturba a los transeúntes y a los millones que lo hemos
visto a través del lente de Ronaldo Schemidt, un fotógrafo venezolano de la agencia France-Presse de México.
La imagen le valió a Schemidt la foto del año del Word Press Photo 2018, el premio
más prestigioso del orbe para los fotoperiodistas. El bonzo simbolizó mejor las violentas protestas venezolanas contra el
gobierno de Nicolás Maduro. La imagen se
intituló “Crisis en Venezuela”.
El joven se llama José Víctor
Salazar Balza (28), vive en Ciudad Guayana y no quiere recordar aquel 3 de mayo
de 2017, cuando se convirtió en una tea cuando el tanque de gas de una
motocicleta explotó en pleno enfrentamiento entre la policía venezolana y los
manifestantes. Le dejaron quemaduras de primer y segundo grado en 72% de su
cuerpo; José Víctor ha pasado más de dos decenas por la sala de operaciones
para reponer con injertos la piel dañada. Gracias a la fotografía recibió también
ayuda del extranjero, aunque ese no era el fin de la imagen, sino mostrar un
momento.
2.
El fotoperiodismo presenta los
contrastes de la vida. Se acerca a los hechos y sus protagonistas con una
mirada humana. En su célebre ensayo Sobre la fotografía, Susan Sontag
(1933-2004) escribe: “Una fotografía no es el mero resultado del encuentro
entre un acontecimiento y un fotógrafo; hacer imágenes es un acontecimiento en
sí mismo, y uno que se arroga derechos cada vez más perentorios para interferir,
invadir o ignorar lo que esté sucediendo. Nuestra percepción misma de la
situación ahora se articula por las intervenciones de la cámara. La
omnipresencia de las cámaras insinúa de modo persuasivo que el tiempo consiste
en acontecimientos interesantes, dignos de fotografiarse”.
La imagen captada por el lente de Schemidt
reunía lo que Magdalena Herrera, presidente del jurado del Word Press Photo califica
debe tener la foto del año: “debe narrar un evento que se lo suficientemente
importante; también debe suscitar preguntas… debe emplazar a los espectadores y
mostrar un punto de vista sobre lo que ha ocurrido en el mundo este año”. Tenía
otras cualidades para los jurados: “energía”, “colores”, “movimiento”,
“composición” y genera emoción al instante.
Hambre. Lo mismo produce la niña que, en
medio de la multitud, se aferra a su madre tapada por un burka, mientras hacen
cola para recibir alimentos en un barrio de Mosul (Irak). Desesperación. O las
lágrimas del niño birmano con las manos extendidas que debe de clamar piedad o
ayuda, igual que otros miles como él, la guerra los ha enviado de refugiados en
Bangladesh por la guerra.