Ciudad de lenguas

Mujer cusqueña en Alameda Chabuca Granda, Lima. Foto: Archivo diario oficial El Peruano.

Además del español, ocho lenguas originarias se hablan en la capital, la ciudad donde vive un tercio de la población del país. ¿Qué estamos haciendo con esta diversidad de lenguas que se hablan en Lima? (*)

José Vadillo Vila

Cada miércoles, en la biblioteca municipal del distrito de San Luis, el Club de Quechua Baltaza Aspur se activa. Y no es cualquier clubecito para pichangas o reunión de once amigos. Ahí participan desde los que chapotean sus primeras palabras hasta conspicuos hijos del Ande que cuentan chistes, recitan o hablan de actualidad. Claro, lo extraño y auténtico es que todo sucede/se hace en el idioma de los incas, el quechua.

Desde su centro cultural, en pleno Centro Histórico de Lima, el guitarrista ayacuchano Manuelcha Prado dicta desde 2010 talleres de quechua. No son moco de pavo: asisten desde limeños hijos de provincianos hasta profesionales que necesitan con urgencia del idioma milenario para comunicarse con otros peruanos.

La publicidad televisiva de una bebida gaseosa también ha apostado por el quechua con subtítulos en español. Las cifras no engañan: en Lima Metropolitana viven casi medio millón de quechuahablantes, colocándola como la segunda ciudad con más personas que hablan quechua en el país, solo después del Cusco. Aunque usted no lo crea.

En una clase de una institución educativa del distrito de Ventanilla, un profesor se sorprendió cuando descubrió que tenía alumnos que hablaban cinco lenguas amazónicas. Hijos de familias awajún, asháninkas y otras etnias que han migrado de la selva al desierto los últimos años. Tienen problemas de aprendizaje: necesitan profesores bilingües.

Jirón de la Unión. Foto: Oscar Farje/Agencia de noticias Andina.
 Lenguas silenciadas
Para esta población que piensa y ríe en otro idioma y luego lo traslada al español, Lima no le ofrece productos específicos, aunque la Constitución lo diga. El coordinador de la Dirección de Lenguas del Ministerio de Cultura, José Antonio Vásquez, cuenta que si bien la M unicipalidad Metropolitana de Lima trabaja un proyecto de las lenguas indígenas, los limeños en general desconocen el tema: de por qué en los espacios públicos los otros habitantes de la ciudad no pueden utilizar su lengua materna. 

El especialista en lingüística de dicha dirección, Agustín Panizo, comenta una paradoja: hoy Lima le da mayor importancia al castellano. A la vez, la metrópoli no ha sido tan diversa lingüísticamente como lo es en la actualidad. 

"Lima se ve en el espejo y se construye en el imaginario social como un espacio que solo tolera el castellano. La ciudad tiene una especie de alergia a las otras lenguas. De manera que la población cuando llega a Lima trae sus otras lenguas, pero las silencia".
 
Mujer de etnia shipiba, en Cantagallo, Lima. Foto: Jack Ramón / Agencia de noticias Andina.
Lo que hace el Estado
En agosto de 2013, el Viceministerio de Interculturalidad creó la Dirección de Lenguas, haciendo eco a la Ley de Lenguas Originarias. Una de sus funciones es trabajar en la creación de la política de lenguas del Estado impulsando el aporte y las riquezas de cada lengua. 

"Como Estado vamos dando algunos pasos junto con los gobiernos locales y regionales –cuenta José Antonio Vásquez–. Hay de los que están asignando recursos para recuperar sus lenguas, caso Cusco o  San Martín, pero en general no ven aún el valor productivo, económico, turístico. Recién están descubriendo la importancia de sus conocimientos ancestrales." 

Servicios para todos
Para el especialista, los municipios capitalinos con gran población quechuahablante, como San Juan de Lurigancho o San Juan de Miraflores, por ejemplo, deberían de crear ventanillas de atención en quechua, tal como lo ha hecho la ciudad del Cusco desde 2013.

"A la par, los no hablantes deberíamos aprender algunos vocablos en shipibo, quechua, aimara, ya que los extranjeros piden ser saludados en lenguas nativas", opina. 

Vásquez y Panizo consideran que el Consultorio de Inclusión, una iniciativa intercultural del hospital Arzobispo Loayza, donde se atienden tanto a quechuahablantes y a peruanos que hablan en otras lenguas, debería reproducirse en otros nosocomios capitalinos: hay población que no asiste porque cree que será marginada. O, por lo menos, que el médico no le entenderá. 

"Heredamos de la organización colonial el considerar que las lenguas nativas son un lastre. No olvidemos que la lengua es un derecho, lo reconoce nuestra legislación, la que manda al Estado a atender a las personas en su propia lengua, con respeto a su identidad. Hay muchos casos de personas juzgadas en castellano, un idioma que no entienden, y purgan condenas siendo inocentes", comenta Panizo. "Hay que trabajar muchísimo para que Lima vea lo diversa que es. Detrás de cada lengua hay milenios de sabiduría codificada." 

EN LA HISTORIA
-Investigadores como María Rostworowski precisan que el quechua fue la lengua en Lima desde antes de la fundación española.

-Su propio nombre deriva de limay, vocablo del quechua costeño que significa 'el que habla'.

-Los limeños precolombinos hablaban diversas lenguas.

-El oráculo de Limay se ubicaba en la actual plaza Italia, en el Cercado.

-Otras fuentes dicen que Lima proviene de los aimaras 'Limac-Limac' o 'Limac-Huayta', que nombran una flor amarilla.

-Terceros sostienen que el nombre de la ciudad es Ishma, primitivo nombre del ídolo de Pachacámac.


Cifras
93.4% 
de limeños habla el español; 6.8%, lenguas indígenas.

47
lenguas originarias o indígenas se hablan en el Perú.




Grandes olas
Las grandes oleadas migratorias, que llegaron con más fuerza a la capital desde mediados del siglo XX, revitalizaron el fenómeno de Lima como espacio donde siempre han convivido varias lenguas.

Agustín Panizo precisa que en la costa peruana se perdieron las lenguas no solo por el exterminio de la población nativa, sino también por la relación de jerarquía que impuso el castellano frente a los otros idiomas, lo cual obligó a dejarlas de lado. Para algunos especialistas que han analizado el fenómeno, esta medida permitió un mejor control de la población.

Por su parte, José Antonio Vásquez considera injusto el bullying que en la actualidad se practica en Lima con los peruanos que hablan con 'mote' el castellano, una actitud que no se da con los extranjeros.

Por ello, saluda el esfuerzo de los nuevos vecinos de Lima que mantienen sus lenguas, casos ejemplificados por la cantante huancaína Dámaris o la actriz huantina Magaly Solier.

Tras las oleadas de migrantes que en los setenta y ochenta aumentaron por la reforma agraria y el terrorismo, desde la década pasada lo que ha aumentado es la migración procedente de la zona amazónica hacia Lima en busca de oportunidades.


"La presencia de los aimaras responde a una lógica económica, de posicionamiento comercial. Los amazónicos, desde la década pasada, van teniendo más visibilidad, con los shipibos de Cantagallo, los asháninkas en Huaycán, San Juan de Lurigancho, Ventanilla", dice.

(*) Publicado el martes 04 de febrero de 2014 en el diario oficial El Peruano. http://www.elperuano.pe/Edicion/noticia-ciudad-lenguas-15153.aspx#.UvETuhB5N8E

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