Un curioso del rock
No hay día en el Perú que la voz de Andrés Dulude no
suene, eternizada en "Av. Larco", un clásico del rock peruano. Músico antes que
nada, la legendaria primera voz de Frágil, a sus 60 años, hace un repaso de sus
más de cuatro décadas en los distintos oficios de la
música. (*)
Escribe: José Vadillo Vila
El segundo long play que le regaló su
mamá, fue uno de los cuatro melenudos de Liverpool, A hard day's night.
El primero había sido un LP de los surferitos californianos de Beach Boys; y
cerraba la triada uno de Raphael. Entonces tenía 10 años de edad, pero desde los
5, Andrés Dulude actuaba y cantaba en el colegio; se pintaba la cara de negro y
los labios blancos para imitar a Nat King Cole.
Aunque nació en Santa Beatriz -él
asegura que es de La Victoria-, ha sido un limeño errante, curtido en distintos
barrios: Balconcillo, Lince, Barranco, por ejemplo. Y siempre, desde los 12
años, lo acompañó su guitarra acústica. Mientras "deambulaba" de uno a otro
colegio durante la
secundaria. O cuando estudió en Senati. O cuando ingresó a la
UNI a estudiar ingeniería civil porque una enamorada de por entonces exigía el
cartón para casarse. "No he sido un gran alumno, soy un autodidacta. Entonces me
aburrí, dejé la universidad y me dediqué a la música". Feliz triunfo del amor al
arte.
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La curiosidad por las cosas manuales y
ser autodidacta han sido otras características del roquero (era de los niños que
desarmaban el auto para a los tres días volverlo a armar
perfectamente).
Por curioso llegó también a los
escenarios. Empezaban los setentas y seguía a donde sea al grupo de rock
Sebastian. Se quemó un amplificador y Andrés corrió a darle solución. Desde
entonces subió primero como técnico, luego timbalero para los covers de latin
rock y, finalmente, cantante de la banda. También por esa época comenzó a cantar para
jingles de los comerciales de la época.
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Aunque varias veces partió, la
principal vida musical de Andrés Dulude delante de las luces del escenario ha
sido como vocalista del grupo de rock progresivo Frágil. Su relación empezó en
1976 y en 1982, tras el éxito de "Av. Larco", él prefirió quedarse en el Perú
mientras sus compañeros partían a la aventura musical en Argentina y Haydee
"Piñin" Folgado tomaba la batuta de la voz.
Andrés se fue a México junto a la
banda del músico Rully Rendo por tres años. Allá aprendió más de la producción
de sonido para espectáculos. Y en 1989 retornó a Frágil. Con el quinteto graba
el emblemático álbum Serranio y luego, en Nueva York, Cuento Real
(1992). Al retornar a Lima, recibe una propuesta para hacer un estudio de
grabación. Y le toman la posta en el grupo Jorge Pardo y Santino de
la Torre. En
1999, Dulude vuelve a Frágil con el álbum sinfónico, Sorpresa en el
tiempo. Desde entonces, no ha vuelto a separarse del grupo de sus
amores.
Lo de Andrés y Frágil pudo haberlo
escrito el destino. En 1975, cuando vivió por un tiempo en Los Ángeles,
California, y no se hallaba cómodo en el país del norte, conoció a una mujer que
le dijo: "tú tienes que regresar a tu país porque allá tienes que hacer algo
importante". Y en un ensayo de una banda que recién formaba, aparecieron Octavio
"Tavo" Castillo, César Bustamante y Lucho Valderrama, para pedirse prestados
unos discos, escucharon a Dulude y así empezó su historia con Frágil. Era
1976.
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Ahora suena "Good bye", el nuevo
sencillo de Frágil, pero canta un invitado: Álex Rojas (hijo del popular Gerardo
Manuel). Andrés explica que el nuevo álbum que preparan tendrá varias voces
invitadas, ese es el concepto, no significa un nuevo alejamiento de este
intérprete de 60 años, que tiene dos hijas y un
nieto.
A la par de Frágil, Dulude es
reconocido en la producción de eventos, encargado de la producción técnica de
luces, escenarios, equipos de sonido. Todo ello lo fue aprendiendo de manera
autodidacta. Eso para él es música: varias profesiones simultáneas que se dan
bajo el paraguas de este arte.
Y ahora está entusiasmado con la
grabación de su primer álbum en solitario, donde reunirá todas aquellas
canciones que escribió y quedaron en el tintero de Frágil. Lo graba sin apuro,
cuenta, viendo cada detalle, él que es amante de la música orquestal, de
vientos, de cuerdas.
¿Y qué siente cuando en las calles
escucha sonar ese clásico que grabó en 1980, "Av. Larco"? "Siento que logré lo
que quería. Hice esa canción con la idea que no estuviera de moda, sino pensando
en un contenido. Son canciones eternas porque han sido hechas con ese
pensamiento". Hizo la canción como componían los Beatles, pensando en la
eternidad.
(*) Publicado el viernes 7 de diciembre de 2012 en el suplemento Variedades del diario El Peruano.