Andahazi cuestiona la Edad Media



José Vadillo Vila
Foto: César Campos, agencia de noticias Andina

“En esta obra, El libro de los placeres prohibidos, me atrevo a contestar muchas de las preguntas que me formulé cuando muy joven escribí El Anatomista (1996). Ahora que ya cumplí 50 años, creo que tengo derecho a contestarlas”, dice el narrador argentino Federico Andahazi, un rostro conocido en el Perú cultural pues ha participado en varias ediciones de la Feria Internacional del Libro (FIL).

Retornó para presentar su nueva novela que es “una suerte de continuación de El Anatomista”. En sus páginas responde a una pregunta que siempre sobrevuela la novelística andahaziana: ¿en qué momento la sexualidad dejó de ser algo sagrado y se convirtió en pecaminosa?

Babilonia, la clave
“La respuesta está en Babilonia, donde el sexo era tan sagrado que se ofrecía en rituales en los templos, para tener contenta a la diosa Ishtar. Pero los hebreos monoteístas que cayeron cautivos, fueron obligados a tener ese sexo ritual y terminaron repudiándolo. Es tan clara la cuestión que la causante del Apocalipsis es la prostituta de Babilonia”.

En clave de thriller de novela policiaca, El libro de los placeres prohibidos transcurre en Alemania durante la Edad Media, donde suceden una serie de asesinatos en serie.

El mito Gutenberg
Andahazi, en base a la documentación que revisó por dos años en Mainz y Berlín, desacraliza de paso en su novela la imagen de Johannes Gutenberg, padre de la imprenta, quien creó junto a un banquero y un artesano “una máquina para falsificar manuscritos”.
“Sobre un libro pirata de La Biblia, montó la industria editorial que conocemos hasta la fecha”. Y en vida, Gutenberg tuvo muchos juicios “porque la Iglesia dejó de ser la dueña absoluta de la Palabra”.

Ahora que se habla de la muerte del libro impreso, aparece otra vez Gutenberg. Para el narrador “el nuevo Gutenberg es Steve Jobs”. “La abadía abandonada donde Gutenberg montó su imprenta, es el garaje de Jobs, que tampoco pensó en la revolución que produjo. El primer libro digital, también fue un libro pirata”, opina.

Datos
Andahazi trabaja una novela ambientada en Budapest, durante la Segunda Guerra Mundial. Es la primera de sus obras donde se acerca a su historia familiar.


Sobre su narrativa, explica que siempre se imagina al lector como un ajedrecista, un contrincante, porque con la lectura se cierra el acto de la escritura.

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