Andahazi cuestiona la Edad Media
Foto: César Campos, agencia de noticias Andina
“En esta obra, El libro de los placeres prohibidos, me
atrevo a contestar muchas de las preguntas que me formulé cuando muy joven
escribí El Anatomista (1996). Ahora
que ya cumplí 50 años, creo que tengo derecho a contestarlas”, dice el narrador
argentino Federico Andahazi, un rostro conocido en el Perú cultural pues ha
participado en varias ediciones de la Feria Internacional del Libro (FIL).
Retornó para presentar su nueva novela que es “una suerte de
continuación de El Anatomista”. En sus páginas responde a una pregunta que
siempre sobrevuela la novelística andahaziana: ¿en qué momento la sexualidad
dejó de ser algo sagrado y se convirtió en pecaminosa?
Babilonia, la clave
“La respuesta está en Babilonia, donde el sexo era tan
sagrado que se ofrecía en rituales en los templos, para tener contenta a la
diosa Ishtar. Pero los hebreos monoteístas que cayeron cautivos, fueron
obligados a tener ese sexo ritual y terminaron repudiándolo. Es tan clara la
cuestión que la causante del Apocalipsis es la prostituta de Babilonia”.
En clave de thriller de novela policiaca, El libro de los
placeres prohibidos transcurre en Alemania durante la Edad Media, donde suceden
una serie de asesinatos en serie.
El mito Gutenberg
Andahazi, en base a la documentación que revisó por dos años
en Mainz y Berlín, desacraliza de paso en su novela la imagen de Johannes
Gutenberg, padre de la imprenta, quien creó junto a un banquero y un artesano
“una máquina para falsificar manuscritos”.
“Sobre un libro pirata de La Biblia, montó la industria
editorial que conocemos hasta la fecha”. Y en vida, Gutenberg tuvo muchos
juicios “porque la Iglesia dejó de ser la dueña absoluta de la Palabra”.
Ahora que se habla de la muerte del libro impreso, aparece
otra vez Gutenberg. Para el narrador “el nuevo Gutenberg es Steve Jobs”. “La
abadía abandonada donde Gutenberg montó su imprenta, es el garaje de Jobs, que
tampoco pensó en la revolución que produjo. El primer libro digital, también
fue un libro pirata”, opina.
Datos
Andahazi trabaja una novela ambientada en Budapest, durante
la Segunda Guerra Mundial. Es la primera de sus obras donde se acerca a su
historia familiar.
Sobre su narrativa, explica que siempre se imagina al lector
como un ajedrecista, un contrincante, porque con la lectura se cierra el acto
de la escritura.