Plaza del pueblo
Detalle del monumento a Manco Cápac. Foto: Juan Carlos Chávez/agencia Andina. |
Esta noche se reinaugura la Plaza Manco Cápac, el símbolo por antonomasia del populoso distrito de La Victoria y de
los migrantes andinos que en el siglo pasado llegaron a la capital. Hoy, tras
16 meses de trabajos, la remozada plaza Manco Cápac alberga un museo, además
del monumento al primer inca, y se proyecta como un nuevo destino para el
turismo. (*)
José Manuel Romero (74) mira con gesto vallejiano la plaza
Manco Cápac. Una cinta amarilla lo separaba de las obras que se inaugurarán a
las 19:00 horas. “De 20 le pongo 17 a las obras”, dice el vecino victoriano.
Cuando nació, ya Manco Cápac estaba con el dedo índice en alto, bromea.
Recuerda que sus padres lo traían aquí para jugar; que ha visto los años de
esplendor y también las décadas de decadencia de la famosa plaza que se
inauguró el 4 de abril de 1926. Por ello, cree que los 16 meses que tomaron las
obras han valido la pena.
Inca de granito del Museo A Cielo Abierto, ubicado en perímetro del monumento. Foto: Juan Carlos Chávez/Agencia Andina. |
Mirada
Desde el techo del departamento de Javier Ángeles (57), la
vista de la remozada plaza y sus 12 históricos ficus es de primera. Hasta
parece que el primer inca –un monumento que fue un obsequio de la colonia
japonesa con motivo del centenario de la independencia del Perú– apuntara al
dormitorio de Ángeles. En realidad, el Manco Cápac de cinco metros, que el
escultor David Lozano demoró cuatro años en entregar, señala a la esquina de
las avenidas 28 de Julio con Manco Cápac. Otras voces dicen que apunta hacia el
desaparecido río Huatica.
El vecino recuerda diversos momentos de la plaza. Décadas
atrás, al lado del fundador del Tahuantinsuyo instalaron un televisor en blanco
y negro, tiempos en que tener una caja boba era un lujo mayor, para que las
mayorías disfrutaran de la magia de la TV. Hoy, Ángeles considera que las obras
son muy buenas, solo espera que los "desadaptados" no malogren con
espray los trabajos y que las autoridades comprendan que hablar de la plaza
implica todo el perímetro: que se deben cerrar esos hotelillos de mala muerte
donde todavía se ejerce la prostitución que tanto daño hizo a la plaza.
Museo y obras
Al Manco Cápac de David Lozano se le ha hecho un
mantenimiento y se ha revestido con pinturas especiales para que perdure mejor
resaltado en colores negro y dorado. El monumento de 87 años ya no estará solo
con sus dos cóndores y su llama. Ahora lo acompañarán ocho estatuas de incas y
coyas que el escultor del distrito Raúl Franco ha construido en fibra de vidrio
revestido con terrazo, al tamaño natural. Alrededor de ellos se contará también
la historia de los 14 incas. Todo formará parte del Museo A Cielo Abierto,
construido alrededor del monumento incaico, y que proyecta, a partir de julio,
recibir 10 mil visitantes entre turistas, escolares, universitarios y curiosos
en general.
Panorámica de las nuevas obras del famoso parque. Foto: Juan Carlos Chávez/ Agencia Andina. |
Atractivos
Rodeando la estatua histórica y Museo a Cielo Abierto hay
cuatro largos espejos de agua, que cada noche se iluminarán. Para el lado que
da a la avenida Iquitos, un "muro cortina" de cinco metros de alto,
hecho de paneles de vidrio templado, divide armónicamente la "plaza cívica",
que mira hacia la municipalidad, del anfiteatro rodeado de bancas que dan hacia
la iglesia Nuestra Señora de La Victoria, donde cada año reposa el Señor de los
Milagros. El "muro cortina" no es solo ornamento, es una pantalla que
servirá para proyectar imágenes del distrito, del país.
Para el lado de la avenida Bausate y Meza se levantan cuatro
muros de nueve metros de altura. En uno figura un mapa del Tahuantinsuyo, en el
siguiente las máximas incas (ama sua, ama quella, ama llulla) que están
traducidos a siete idiomas. Cerca irá una cafetería. Mientras que en la esquina
de Manco Cápac con 28 de Julio van en subterráneo los modernos baños públicos y
un área para la venta de artesanías. El inca que fundó el imperio del
Tahuantinsuyo, el inca que fue un símbolo cuando en el siglo pasado llegaron
las grandes oleadas de migrantes andinos ya no está solo: mira remozado la
ciudad moderna.
Cifras
2 millones de nuevos soles cuesta solo el Museo a Cielo
Abierto.
80% de la obra fue financiada por el Ministerio de Vivienda,
Construcción y Saneamiento y 20% por la Municipalidad de La Victoria.