Yo, Pepe



Pepe Torres lleva 49 años como guitarrista profesional y 47 al mando de una academia musical, donde ha descubierto a muchos instrumentistas talentosos.

Escribe: José Vadillo Vila

1. El maestro mira las manecillas de su reloj; calcula que entre clase y clase tiene tiempo para tomar un magro desayuno: darle un par de sorbos a una taza de café, engañar al estómago con unas galletitas. Mientras humea la taza, deja de hablar de tonos, armonías, escalas invertidas.


Sigue enseñando 10 horas diarias, dice que ahora es más exigente como profesor: quiere solo alumnos con interés en el instrumento, como los devotos a una virgen. “Tienes que practicar diario, si no te vas”, les advierte a los chicos que traspasan el segundo piso de la cuadra 29 de la avenida Aviación, donde funciona la academia Pepe Torres, allí también llegaron –alguna vez– el tenor Juan Diego Flórez y los concertistas de guitarra David Gálvez y Víctor Hugo Ñopo, en un largo etcétera de más de 10,000 alumnos que ha formado.

Sus libros sobre secuencias de notas coexisten con las guitarras Falcón, Takamine y Vincenti que le acompañan en sus grabaciones; los instrumentos para sus alumnos, diplomas y fotografías.

Sus fotos son paseo en primera clase por la historia de la música peruana. Nombres, estilos, también lugares. Pepe Torres ha ofrecido conciertos en 20 países de Europa (entre 1977 y 1982, realizó más de 600 conciertos con la agrupación Perú Folklórico, en la que también tocó charango), en casi todos los estados de EE. UU.

Estuvo al lado de las grandes figuras. “Óscar Avilés fue como un padre musical para mí; yo lo quería mucho”. Pepe Torres tenía 20 años, Avilés casi le doblaba la edad y estaba el músico en el cenit de su carrera cuando lo llamó para grabar. Participó durante cinco años en grabaciones con Avilés. “¡Casi todos los días grabábamos!”, recuerda. A Avilés le gustó que el joven guitarrista tocaba en la forma que le indicaba.

Más allá, una foto junto a Luis Abanto Morales. Por tres años Torres fue guitarrista del cantante. A Carmencita Lara, con quien registró 40 canciones, la invitó a cantar en TV Perú, pero “La reina de las provincias” siempre rechazó este baño de popularidad que Pepe Torres le ofrecía en Mediodía criollo.

Raúl García Zárate también era su amigo. “Venía siempre a tomarse un cafecito”; a charlar sobre la materia que los hacía gozar: la guitarra. “Él me invitaba a sus conciertos y yo a los míos. Había un respeto único por la calidad que tenía él como persona, profesional y guitarrista emblemático. Tenía unos arreglos preciosos”.

Pero don Pepe minimiza su importancia musical. “Solo he tenido demasiada suerte. He estado con los grandes y cuando uno está con los grandes, aprende porque los grandes son muy humildes. Jamás dirán que son los mejores. Solo los mediocres levantan el pecho y se ufanan”.

2. Uno ve a Pepe Torres pasear la mano por el diapasón, pero advierte que es un arte difícil. “Le digo que la guitarra es bien bien difícil”, advierte. La pone más difícil: “Ingresar a Economía en la Universidad de Lima fue más fácil que ser concertista o ser músico. Yo llevo más de 50 años estudiando la guitarra. Estudiando, enseñando y estudiando”.

Pepe Torres iba a ser el gerente de márquetin de la empresa Inca Kola, pero también le ofrecieron ser director musical de Panamericana TV. Y no lo dudó: se decidió por la música. Sin embargo, lo que estudió le ha servido para su carrera.

“Yo he aplicado mucho en mis giras, en vender mis proyectos y enfrentarme a los empresarios. Si no hubiera estudiado en la universidad administración de empresas, a crear negocios, a hacer márquetin, no habría tenido el éxito. De repente me emborrachaba y no tendría plata. Cualquier negocio rinde cuando hay un experto en márquetin, que es preocuparse del consumidor. Todos mis alumnos se van contentos. Cuando uno enseña bien y cobra barato, te recomiendan. Yo no tengo publicidad. Enseño rock, cumbia, huaino; les explico cómo es un tondero, de dónde sale una muliza”. Su filosofía es sencilla: “Aquí aprenden todo, después tocan lo que quieran”. Es su propia versión del “peruanicemos al Perú” de Mariátegui. El otro vértice es que uno debe documentarse lo más que pueda, sugiere.

¿Hay edad para empezar con la guitarra? “Es mejor empezar de niños. A los 8 años. Pero tiene que ser algo que al niño le nazca. Se hace mal al obligar a los chicos. Django Reinhardt, el mejor guitarrista de jazz francés, solo utilizaba tres dedos porque se quemó dos dedos”.

En su caso, sus tíos no querían que toque guitarra porque decían que se volvería borracho. Pero su papá le permitió, confiaba en él. Y Pepe creció en un ambiente donde era una rareza: estudiaba por las mañanas, luego se iba a dirigir en Panamericana, partía de noche en auto a tocar en provincias. “No falté ni a mi trabajo ni a mi estudio. Y terminé mis estudios entre los 10 primeros”.

El maestro tiene 77 años y proyecta hacer un concierto el próximo año para celebrar a lo grande sus 50 años de guitarrista. “La música me da alegría, me da fuerza, me da vida. Yo no me siento cansado porque la música permite que las células estén en armonía”.

Datos
1220 grabaciones en las que ha participado Pepe Torres.

Tiene 22 álbumes de solista. El primero se editó cuando tenía 19 años y el más reciente es de este año.

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